Descripción
Se trata de un antiguo molino de aceite que sigue funcionando de forma tradicional. El Ayuntamiento de Quiroga lo restauró en 1993.
El olivo se cultivaba en Galicia desde la época romana. Los habitantes originarios ya consumían aceitunas, pero no sabían cómo extraer el aceite. Los romanos les enseñaron estos métodos y los difundieron por todo el territorio. Galicia era una de las zonas conquistadas que más aceite enviaba a Roma en los siglos II y III. Este cultivo se abandonó casi por completo en la época de los Reyes Católicos. Por una política de favorecer a otras zonas de su reino, ordenaron arrancar muchos olivos y prohibieron su cultivo.
En el valle lucense de Quiroga, se mantiene el cultivo del olivo y la elaboración artesanal del aceite. Se le llama el “oro del Sil” por su excelente calidad.
En Bendilló se puede ver uno de los molinos que se usan para hacer el aceite. Tiene unos 300 años de antigüedad. Su dueño es Guillermo Nogueira. Consiste en una “pía de moer”, que es una piedra circular con canales en los bordes, y que tiene dentro otra rueda, la “Moema” que gira con la fuerza de un burro o mula. La aceituna se va echando con las manos en un recipiente de madera, del que cae poco a poco y se va machacando. Después se pasa al lagar y se prensa para sacar el aceite. El hueso sirve como combustible.